20 de julio de 2023
En México, los incendios en lugares de concentración humana se deben a diversos factores, entre los que destacan el crecimiento demográfico, una alta presencia de dispositivos electrónicos, materiales inflamables dentro de la construcción, instalaciones eléctricas inadecuadas, o accidentes involuntarios. Estos factores se ven agravados por la falta de una cultura de prevención y el desconocimiento sobre las tecnologías que pueden minimizar las pérdidas materiales y humanas.
En la actualidad, las normas oficiales mexicanas y códigos locales de seguridad civil, requieren sistemas fijos contra incendios para construcciones comerciales e industriales. Los cuales pueden estar compuestos por mangueras manuales o rociadores automáticos.
Las empresas, fábricas, industrias y complejos hoteleros deben mantener estrictas regulaciones en materia de prevención y protección contra incendios, cumpliendo lo señalado en la Norma Oficial Mexicana (NOM) 002-STPS-2000, la cual describe el grado de protección que debe tener una empresa, considerando el grado de riesgo de incendio, que está determinado por el número de personas en la habitación, el tamaño del inmueble, el tipo de construcción, la zona sísmica, el peligro del objeto, el almacenamiento de sustancias inflamables y explosivas y la posible reacción química al fuego. La ley exige que las empresas clasificadas con riesgo alto de incendio cuenten con un sistema fijo contra incendios.
Los Sistemas Contra Incendios son un conjunto de subsistemas que cumplen la función de combatir el fuego al interior de un inmueble.
Están compuestos principalmente por:
El sistema de bombeo se conforma por la bomba hidráulica principal, una bomba secundaria y un generador de tensión a diesel, este último con la finalidad de mantener energizado el sistema incluso cuando la alimentación principal falla. A este sistema también se le conoce como el sistema pasivo.
El sistema de detección y alarmas, denominado sistema activo, está compuesto por una serie de sensores que reaccionan a la temperatura y el humo, el tablero principal de control mediante el cual se puede gestionar completamente el sistema, así como saber el estado general de sus componentes. Otros componentes del sistema activo son los periféricos de comunicación, pueden ser mediante cable UTP o conexiones inalámbricas; también lo integran un conjunto de interruptores mecánicos especiales para activación manual en caso de que los sensores o el sistema que los comunica con el tablero de control falle.
Finalmente, la instalación hidráulica consta del conjunto de tuberías, codos, válvulas, presostatos y aspersores que conducen el agua desde las bombas hasta donde está ocurriendo el incendio.
Al tratarse de un equipo de seguridad, la importancia de su correcto funcionamiento es considerada una prioridad, por esta razón los equipos contra incendios se caracterizan por su robustez y el grado de calidad que se exige sobre ellos es bastante alto, si bien se espera no tener que usarlos, en caso de una emergencia su desempeño debe ser impecable. Por ello, las tuberías que los componen deben ser de acero inoxidable resistente y con un tratamiento especial anti sarro para evitar tapones y las bombas suelen estar homologadas por un instituto especializado que certifica su eficiencia previa a la instalación.
En Aei ponemos a tu disposición equipos de marcas que cumplen las normas americanas NFPA 730 y 731 como Grundfos y Ruhrpumpen y la marca Barnes que cumple con la norma mexicana NOM 002-STPS-2000.
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